En el” treinta días” hoja que edita mi parroquia
“San Juan Evangelista”. Viene la noticia de la visita del papa Francisco a los refugiados.
Os dejo la oración del Papa Francisco.
La oración cuando se dice desde el alma tiene un gran poder. Pidamos con ella que se solucione lo más pronto posible el problema de estas personas que huyen de la guerra.
El Papa Francisco, este sábado, 16 de abril, se unió al
Patriarca de Constantinopla Bartolomé y al Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo, y juntos visitaron puntos intensos de la llegada y retención de refugiados y inmigrantes. Era un gesto sutil de consideración a las víctimas desatendidas por la política europea y de poner al descubierto, también sutilmente, la inmoralidad de tal política. Resaltamos para hacerla nuestra la intensa oración que el Papa hizo:
El Papa Francisco con los refugiados
ORACIÓN
Dios de Misericordia, te pedimos
por todos los hombres, mujeres y niños que han muerto después de haber dejado
su tierra, buscando una vida mejor.Aunque muchas de sus tumbas no tienen nombre, para ti cada uno es conocido, amado y predilecto.
Que jamás los olvidemos, sino que honremos su sacrificio con obras más que con palabras.
Te confiamos a quienes han realizado este viaje, afrontando el miedo, la incertidumbre y la humillación, para alcanzar un lugar de seguridad y de esperanza.
Así como tú no abandonaste a tu Hijo cuando José y María lo llevaron a un lugar seguro, muéstrate cercano a estos hijos tuyos a través de nuestra ternura y protección.
Haz que, con nuestra atención hacia ellos, promovamos un mundo en el que nadie se vea forzado a dejar su propia casa y todos puedan vivir en libertad, dignidad y paz.
Dios de misericordia y Padre de todos, despiértanos del sopor de la indiferencia, abre nuestros ojos a sus sufrimientos y líbranos de la insensibilidad, fruto del bienestar mundano y del encerrarnos en nosotros mismos.
Ilumina a todos, a las naciones, comunidades y a cada uno de nosotros, para que reconozcamos como nuestros hermanos y hermanas a quienes llegan a nuestras costas.
Ayúdanos a compartir con ellos las bendiciones que hemos recibido de tus manos y a reconocer que juntos, como una única familia humana, somos todos emigrantes, viajeros de esperanza hacia ti, que eres nuestra verdadera casa, allí donde toda lágrima será enjugada, donde estaremos en la paz y seguros en tu abrazo.
IMAGEN DE GOGOGLE